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Una empresa busca un director de márquetin y comunicación y escribe una carta a los Reyes Magos.

“Queridos Reyes Magos: necesitamos un director que tenga versatilidad y polivalencia, creatividad y reflexión, prudencia y comunicación; también flexibilidad y visión amplia del negocio para la confección de planes diversos”.

Y la carta sigue: “además que tenga nociones de diseño y se maneje bien en la planificación e implementación de planes de marketing; que sepa coordinar, atar asuntos y controlar las campañas y por supuesto que domine la comunicación interna y externa”.

Fantástico. Todos queremos un director de márquetin así en nuestras vidas.

La empresa hizo una excelente selección.

Los candidatos se prestaron a redactar una carta de motivación para un posterior análisis grafológico.

Nos quedamos con esta candidata y en el informe destacamos estas keywords: determinación, personalidad, resistencia, actividad, tenacidad, pasión y motivación.

A su favor: motivación y energía al servicio del trabajo, adaptabilidad a tareas polivalentes, puesta en marcha inmediata, tenacidad en sus objetivos, orientación al logro, autonomía, optimismo y entusiasmo, pragmatismo y eficacia.

Y por aquello de que no somos perfectos, como puntos a mejorar: decisiones basadas en corazonadas, dificultad para encajar correcciones, excesiva concentración en sus tareas y cierta rigidez para resolver conflictos de equipo.

Nada que no pueda resolverse ni anticiparse.

Eso es lo bueno de la técnica grafológica que, sin ser predictiva alerta al empresario de algunos comportamientos en los que puede caer el candidato especialmente en situaciones de estrés y puntas de trabajo, ya que en el día a día las personas vamos compensando éxitos y meteduras de pata con cierta elegancia.