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La lingüística forense tiene como uno de sus objetivos la interpretación de un texto controvertido.

Los hay más complejos y trascendentes, los hay banales y triviales

Veamos este caso, que a pesar de ser banal suponía dedicación de tiempo y cierto coste para un inquilino.

Un arrendatario debe abandonar el piso a petición de la propiedad. Llegan a un acuerdo en relación a cómo dejar el piso. En el contrato se estipulaba que el inquilino dejaba pintado el piso, pero en este caso la urgencia la pone el propietario y pactan un quid pro quod.

Pero quedan dudas acerca de los agujeros que quedan al retirar las alcayatas de donde colgaban los cuadros.

La inmobiliaria dice al inquilino:

Buenas tardes, hemos quedado con la propiedad que tapes los agujeros y pintes donde están las paredes blancas y dónde está el beige que se quede ya que no encontraste el tono de ese color ¿ok?

El inquilino entiende que debe tapar los agujeros y pintar sólo las paredes blancas, dejando las paredes de color intactas.

La propiedad entiende que el inquilino debe tapar todos los agujeros, tanto de las paredes blancas como de las beige.

 

La clave está en analizar la función de las conjunciones copulativas:

Una opción es esta (que es la que entiende el inquilino):

  • La Y une dos verbos (tapes y pintes) relacionados con las paredes blancas.
  • La  segunda Y une las dos oraciones precedentes con la siguiente -la que se refiere a las paredes beige-.

 

La otra opción es esta (que es la que entiende la propiedad):

  • La segunda conjunción Y sólo afecta al verbo pintar aplicado tanto a las paredes blancas como a las beige, por tanto, el inquilino debe tapar todos los agujeros de todas las paredes independientemente del color.

 

Y, ¿tú, lector? ¿Qué entiendes? ¿Cómo lo ves? ¿Qué debería hacer el inquilino?