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LA PALABRA DIRECTA AL CORAZÓN

La comunicación agresiva es ese estilo de comunicación intimidatoria e intencionada, ya que el emisor  es plenamente consciente del daño que provoca; en ocasiones, este tipo de lenguaje es el habitual en el sujeto porque está familiarizado con este tipo de expresiones, o bien se debe a un comportamiento aislado debido a causas emocionales  o sencillamente por el consumo de sustancias que modifican su conducta habitual.
Por tanto, cuando se recibe uno de esos mensajes molestos hay que considerar siempre las circunstancias en las que fue emitido: puede tratarse de un hecho aislado, por ejemplo, porque el sujeto estaba borracho y se arrepiente de haber enviado el mensaje; o bien si se trata de un mensaje similar a otros recibidos con anterioridad, a los que no se le había prestado atención, entonces, es fundamental valorarlo.

Este tipo de lenguaje ofensivo puede manifestarse de diversas maneras: directa o indirecta, sutil o grosera, puntual o reiterativa, en un ámbito público o privado etc.

Si un adulto le dice a un niño:

«Te voy a dar una bofetada porque es el único lenguaje que entiendes», el niño percibe dos cosas, la primera y evidente, que le van a dar una bofetada y la segunda que el adulto ya lo ha etiquetado, que lo considera un inútil o un tonto que es incapaz de comprender o hacer las cosas de otra manera.

Por tanto hay dos niveles de agresión: el directo (violencia física) y el indirecto (violencia psicológica que merma su autoestima).

En cualquier caso es una presión ejercida de uno sobre otro.

Y la presión se manifiesta como una fuerza moral o influencia ejercida sobre una persona para condicionar su comportamiento.

Una manera de presionar al interlocutor es, por ejemplo, enviarle sucesivos mensajes de móvil para saber dónde y con quién está ; en la actualidad los jóvenes son los más vulnerables y suelen recibir mensajes del tipo: si me quisieras, lo harías; si no vienes conmigo, es que no me quieres de verdad; déjame el móvil quiero saber con quién estás hablando; no me gusta que mires a otros chicos cuando estés conmigo etc.

Y para detectar o definir el tipo de violencia de un mensaje, podemos recurrir a estas posibilidades:

a) Imposición directa u obligación
b) Amenaza
c) Extorsión
d) Coacción
e) Engaño
f) Insultos y lenguaje basto, soez u obsceno
g) Lenguaje manipulador
h) Trato vejatorio y lenguaje humillante.