Hace poco compré en una librería de viejo de la ciudad de Salamanca un clásico de la Grafología; lo firma Max Pulver, y se titula El impulso y el crimen de la escritura; aborda un tema desde una perspectiva anticuada, porque la psicología, la neurociencia y la criminología han evolucionado y ajustado mejor los conocimientos teóricos a la realidad.
La edición es de 1952 (editorial Victoriano Suárez -Madrid) y se trata de una traducción del original publicado en 1848 Trieb und Verbrechen in der Hanschift.
En este libro refiere un tema abordado en su libro El simbolismo en la escritura: la insinceridad y el disimulo no consciente, distinto a la mentira malintencionada y que responde a «los tres impulsos fundamentales em el acto de la mentira»:
«El impulso del yo, las tendencias de la autoconservación en sentido amplio, y en unión con éstas, el afán de figurar»
Pulver le dedica un capítulo a la mentira y la criminalidad y en él distingue las mentiras infantiles y aquellas que se elaboran de forma «consciente y voluntaria», ya que la mentira «proviene de las funciones racionales, de los actos de la inteligencia y de la voluntad».
Como les decía, en la pág. 53 de la edición española, Pulver elabora un listado de los signos gráficos que manifiestan insinceridad:
A. Escritura lenta (excluyendo las perturbaciones de origen mecánico o patológico)
- Escritura lograda por una disciplina, escritura artificial, formas que recuerdan el dibujo.
- Trazo recubierto
- Trazo recubierto parcial, formas apuntaladas; forma de diente de tiburón. (ya sea en) en la extremidad superior de las letras del tamaño de la i, (ya sea) en la base de la escritura.
- La arcada: en movimientos interiores; la arcada final encovada hacia la izquierda)
- Bucles (complicaciones) en las partes exteriores y en movimientos interiores.
- Puntuación y trazos recubiertos: en las letras, libremente en el campo de escritura.
- Ruptura de las letras en dos o más trozos, también prolongaciones rotas.
- La omisión de letras.
- La vacilación de la pluma (equivocación al escribir) empezar reiteradamente una palabra.
- Retoques, correcciones.
- Trazos contrarios: lentitud; formas abiertas o cerradas hacia abajo; por ejemplo en las prolongaciones inferiores: aumento en mayúsculas y en trazos finales; ruptura de letras; cambio de letras, por ejemplo: O igual S.
B. Sin afectar la velocidad de la escritura.
- Filiforme: con movimiento interior; disminución brusca de los finales; línea oscilante.
- trazo descendente en forma de puente, simplificación exagerada, formas descuidadas, ligación, falta de claridad, formas confusas o de doble significado, situación sinistrógira.
- Cambio de letras correctas por incorrectas.
- Escritura mezclada con otro sistema de letras para la misma letra (una vez gótica, otra vez latina)
- Desemejanza entre la escritura y la firma.
- Exageraciones: extensión exagerada; extensión exagerada en la altura (el principio de a palabra más acentuado)
- Presión exagerada u oscilante.
- Adornos exagerados.
Es tarea del perito valorar en contexto gráfico para considerar estos rasgos como accidentes del recorrido o como tendencias escriturales; según la ficha técnica elaborada, si 3 o 4 especies gráficas revelan un rasgo del carácter, entonces sí se puede elaborar un síndrome gráfico, ya que un sólo rasgo escritural no define una personalidad.
Por experiencia personal, estos ítems no son prueba de nada, a pesar de que lo afirme el maestro Pulver; porque la mentira, entiendo que es más una cuestión moral que un rasgo del carácter. Y la grafología tiene unos límites.