En el año 2011 la dirección de un colegio de Barcelona contactó con el despacho para resolver la autoría de unos grafitis que descubrieron un lunes en los muros del colegio y en la calzada.
El centro tomó fotografías y enseguida pintó las paredes afectadas; a los pocos días, el Ayuntamiento asfaltó la calzada para eliminar las pintadas.
Dirección revisó las imágenes de las cámaras de seguridad, pero como eran de muy baja calidad, solo se podían distinguir 3 figuras encapuchadas.
Lo que sí estaba claro es que, por el contenido de algún grafiti, sus autores estaban vinculados al colegio.
En este centro cursaban entonces unos 192 alumnos de bachillerato y esto requería una criba inicial. Para ello, me facilitaron exámenes de filosofía, que era una asignatura que cursaban todos los alumnos.
Descarté 157 y seleccioné 35.
Analicé las muestras escriturales de los 35 estudiantes, y acabamos con 2 sospechosas..
Emitimos un informe.
Acertamos.
La dirección del colegio habló con las familias: salvo la expulsión de las autoras, aquel acto vandálico no llegó a mayores, pese a haber presentado inicialmente una denuncia.
Incluyo a continuación parte del informe, y como podrás ver, querido lector, no hay duda acerca de la autoría.