Recientemente he visitado el castillo de los Duques de Alba en la población de Alba de Tormes, provincia de Salamanca https://www.burgosnoticias.com/castillos_cyl/020509/el-castillo-de-alba-de-tormes-y-su-nexo-con-la-casa-de-alba
De aquella fortaleza, sólo se mantiene en pie una torre formidable que alberga pedazos de la historia de España. Como siempre, mi curiosidad se dirige a buscar manuscritos y firmas, mientras que los otros turistas escuchan atentamente las explicaciones valiosísimas del guía del Museo; reconozco que soy un poco maleducada porque me quedo absorta en los papeles, en este caso reproducciones, del S XV, sin prestar atención al experto.
En un documento el rey Fernando VII estampa su firma en una carta manuscrita a su tío D. García de Toledo, Duque de Alba, en la que -según la cartela-: » anuncia su partida a Barcelona y declara que, si el rey de Francia no quiere la concordia, le dará clara ocasión para el rompimiento».
Ahí es nada…., una manera muy diplomática de disfrazar una amenaza.
El contenido de la misiva se refuerza por su caligrafía, un tanto inusual en aquella época, pero caracterizada por dos rasgos imponentes: escritura hiperligada y predominio de la zona de jambas. También sobrecogen los acerados y sacudidas apropiándose del espacio de la letra posterior, la ocupación invasiva del papel, el margen izquierdo rígido y los ángulos en la base de las letras, rasgos que confirman el talante del Rey.
La escritura hiperligada es aquella en la que las letras de una palabra están completamente unidas, no cabe un respiro ni una opción para tomar aire o descanso. Es una escritura propia de personas tenaces y también poco dadas a un diálogo flexible.
A este rasgo hay que añadir esa preferencia, exagerada y con ganchos, en la zona de jambas: ambición y deseos de poder, de poseer bienes materiales, a cualquier precio.
Como decimos en español, el Rey, no se anda con chiquitas.