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¿Se acuerdan del estribillo de Alejandro Sanz?

No es lo mismo arte que hartar
No es lo mismo ser justo que ¡qué justo te va! Verás
No es lo mismo tú que otra, entérate
No es lo mismo

Como les comentaba en el post anterior, les recomiendo el libro de la experta restauradora la Sra. Ana Calvo, Conservación y restauración de pintura sobre lienzo, ya que ilustra a los neófitos en la materia sobre cuestiones fundamentales en el análisis de una obra de arte.

El estado de conservación del bastidor provoca alteraciones en la superficie del lienzo, especialmente por la pérdida de tensión, fracturas, cuarteados, desprendimiento de pintura etc.

¿Qué problemas pueden presentar los bastidores a lo largo de los años?

• debilitamiento por secamiento
• ataques de insectos xilófagos y organismos
• desprendimiento de nudos
• apertura en los largueros a causa de la humedad
• falta de cuñas de tensión
• ausencia de aristas rebajadas
• presencia de travesaños que se pueden marcar en la tela
• medidas inadecuadas de sus piezas para el tamaño del lienzo
• cambios en las condiciones ambientales, por ejemplo, la introducción de sistemas de calefacción, cambios de ubicación de los cuadros o salidas a exposiciones temporales: todo ello rompe el equilibrio mantenido durante siglos

Y estas alteraciones en el bastidor alteran el lienzo, porque como nos recuerda la Sra. Calvo, la tela es un material frágil y su resistencia se ve afectada por fenómenos físicos químicos y biológicos, de ahí que la peor o mejor conservación depende de numerosos factores como la naturaleza de los materiales y técnica empleados en la ejecución de la pieza y las condiciones ambientales.

Como ven, no es lo mismo, analizar una firma estampada en un contrato mercantil que en una obra de arte.

No es lo mismo.

De ahí que este tema se merezca próximos artículos que abordarán:

Los factores que determinan una fatiga mecánica de la tela y a larga, su ruptura.

Las alteraciones de la capa pictórica.