Seleccionar página

En la actualidad los avances científico-técnicos constituyen un impulso importante en el proceso de expertización de obras de arte.Pero la técnica o la ciencia sin el hombre que las oriente se quedan en simples datos.

Por esta razón, los conocimientos artísticos, históricos, científicos y técnicos se deben engarzar para lograr fines comunes. Este proceso requiere la conjunción de diversas disciplinas que aúnen conocimientos y establezcan criterios sólidos y definidos.

En el marco de un proyecto de expertización multidisciplinar, la metodología documentoscópica, grafonómica y grafotécnica (pericial caligráfica) supone una contribución muy válida en el proceso de identificación del pintor cuando se plantean dudas acerca de la atribución de autoría.

El empleo de esta metodología va a depender de las características de la obra, porque en ocasiones un análisis caligráfico puede constituir una pieza importante, en otras, puede tener un valor puramente auxiliar y en otras, inútil.

El perito calígrafo, asesorado por expertos y restauradores de obras de arte, puede abordar el estudio de la firma teniendo en cuenta todos los condicionamientos externos que pueden alterar de forma natural y espontánea la ejecución de una firma.

Los tipos de falsificaciones de firma que podemos identificar se producen habitualmente por el intento de imitar la forma de las letras, sin tener en cuenta otros factores que intervienen en la ejecución de un grafismo, por ejemplo: el tipo de coligamiento, el movimiento impulsor, el asentamiento de la línea de base, el tipo de presión, la inclinación de las letras etc.

Habitualmente una firma falsificada se detecta por el trazado no espontáneo e indeciso, caracterizado por temblores, empalmes, retoques, inhibiciones, cegados, levantamientos de útil o detenciones. Sin embargo, estas características escriturales pueden pertenecer a una firma auténtica, hecho que obliga al perito a estudiar con profundidad la firma del pintor en todas las etapas de su vida, teniendo en cuenta diferentes texturas y materiales.

En todo el proceso hay que conducirse por un estricto código deontológico que exigirá muchas veces negarse a ciertas proposiciones y frente a la duda, abstenerse a formular conclusiones favorables, porque detrás de cada dictamen, hay, siempre, intereses económicos.