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Hoy se publica la primera entrega de la primera temporada de CORRESPONDENCIA CRIMINAL.

En este podcast han intervenido profesionales e investigadores que han aportado un poco de luz al trágico suceso.

Desde el punto de vista de la lingüistica forense, hemos elaborado un perfil psicológico de Rosario Porto a partir de una carta que escribió desde la prisión y que envió a unos periodistas.

Este es el resumen del perfil.

El análisis forense de la carta escrita por Rosario Porto desde prisión revela una interacción compleja entre su estilo de escritura, contenido y perfil psicológico.

Su carta, redactada el 24 de octubre de 2013, pocos días después del hallazgo del cuerpo de su hija, muestra un lenguaje culto y una organización en párrafos con sangrados, reflejando su formación como abogada y su capacidad para expresarse adecuadamente. La estructura y claridad del documento indican un entorno de control y adecuación al formato de una carta formal.

Narcisismo.

  • Porto muestra claros signos de narcisismo en su carta. El uso frecuente de la primera persona (con pronombres como “yo”, “mi” y “me”) demuestra una constante auto-referencialidad. Aunque habla del dolor por la pérdida de su hija, lo hace de una manera impersonal y racional, centrando su narrativa en cómo los eventos la han afectado a ella y su reputación.
  • La carta muestra una preocupación constante por su imagen pública y una necesidad de ser vista bajo una luz favorable. Reitera su inocencia y acusa a los medios de comunicación de sensacionalismo y falta de ética, desviando la atención de su responsabilidad y perfilándose como una víctima de las circunstancias.

Manipulación

  • La carta de Porto es un claro ejemplo de manipulación. A pesar de estar en un contexto de extrema pérdida, utiliza un lenguaje calculado y razonado para desviar la atención de su culpabilidad y presentarse como una víctima de los medios de comunicación y del sistema judicial.
  • La elección de palabras y la estructura del documento están diseñadas para influir en la percepción de los lectores, utilizando argumentos de autoridad y apelaciones a la profesionalidad de los periodistas.
  • Su insistencia en la presunción de inocencia y en la violación de su privacidad por parte de los medios es una estrategia para generar simpatía y desviar la atención de su participación en el crimen.
  • Además, pide que traten con respeto y rigor la memoria de su hija, lo que, aunque parece una petición razonable, es una táctica para posicionarse moralmente por encima de los periodistas y reforzar su imagen de inocencia y dignidad.

Frialdad

  • La carta de Porto es notablemente aséptica y carente de emociones genuinas.
  • A pesar de la gravedad de la situación, su escritura es inmaculada y controlada, sin signos de debilidad o fragilidad emocional.
  • Habla del dolor de la pérdida de su hija de manera teórica y desapasionada, centrándose en su indignación hacia el tratamiento mediático y las irregularidades en la investigación.
  • No hay expresiones de tristeza, desesperación o arrepentimiento, sino una racionalización constante de los eventos y una postura defensiva.
  • Esta frialdad emocional sugiere una desconexión con la realidad de la muerte de su hija y una incapacidad para procesar o expresar el dolor de manera genuina. En lugar de ello, se enfoca en proteger su imagen y defender su posición, mostrando una dureza y rigidez emocional que es desconcertante dado el contexto.

Relación de Madre a Hija

  • La relación entre Porto y su hija, tal como se refleja en la carta, es profundamente problemática.
  • A pesar de ser la madre de la víctima, su carta apenas menciona a su hija por su nombre, refiriéndose a ella simplemente como “mi hija” o “la memoria de mi hija”.
  • Esta despersonalización sugiere una falta de conexión emocional y una posible cosificación de su hija. Porto utiliza la muerte de su hija como una herramienta para defender su propia posición y atacar a los medios de comunicación, mostrando una manipulación emocional que es inquietante.
  • La carta no expresa el dolor o la angustia que cabría esperar de una madre en su situación, sino una fría racionalización y un enfoque en su propio sufrimiento y victimización. Esta desconexión emocional y la utilización de la tragedia para beneficio propio revelan una relación disfuncional y una falta de empatía hacia su hija.

 

Rosario Porto, q.e.p.d. .