El mercat de Sant Antoni de Barcelona es una joya. Los domingos por la mañana puedes pasearte por la historia que rezuma en los libros, cromos, carteles de época y curiosidades. Puedes encontrar un libro de las poesías de Horacio de 1751 -del que me enamoré – junto a unas figuritas de personajes de ficción.
Acariciando los libros nos encontramos con este editado por Dalmau Carles, Pla S.A.-Editors, Girona 1935; un decálogo de civismo escrito en catalán. Un libro de 174 páginas que recoge facsímils de manuscritos escritos por distintas personas.
Su objetivo es mejorar en las habilidades personales porque, «a pesar de nuestro amor a Catalunya» hay que reconocer -dice el prólogo.»que en nuestra casa tenemos un nivel deplorablemente bajo de civismo».
Al margen del contenido, podemos dedicarnos a analizar las escrituras , todas ellas caligráficas -atendiendo al origen etimológico de esta palabra: kalos (hermoso) y grafos (escritura)-.
Uno puede pensar que la caligrafía siempre es la misma, pero cada cual hace de ella su propio sayo. Prueba de ello es esta muestra de 11 escrituras.
Sobran los comentarios