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Quizás todos pensamos que cada día hacemos una letra diferente.

Y es cierto, porque la variabilidad escritural es lo habitual, sin embargo el grafólogo o el perito calígrafo sabrán detectar constantes invariables en la escritura de distintos días.

En esto consiste un principio básico de las leyes de la escritura: por un lado que la escritura responde a la personalidad de cada uno, fruto de la formación recibida, de la práctica y de las experiencias vividas; y por tanto cada escritor desarrolla su propia escritura.

Pero por otro lado, también es cierto que la escritura se moldea y se adapta a las circunstancias: es lo que se denominan causas exógenas o endógenas modificadoras del grafismo.

¿Y cuáles son?

Las causas exógenas son las externas: porque no es lo mismo escribir en un pos-it, que en una cartulina, con un pincel, una brocha o un lápiz; nuestra escritura depende de la superficie donde apoyamos el papel: el parte de un accidente de coche redactado en el capó del coche, nada tiene que ver con la escritura de un examen o de una carta escrita en una mesa y con todo el tiempo del mundo.

Las causas endógenas son aquellas que modifican nuestra escritura y se refieren a: el estado de ánimo, a una enfermedad crónica o pasajera, al cansancio, a la euforia, al abatimiento….

De ahí que cuando se tenga que analizar una escritura para una selección de personal se necesite una escritura espontánea redactada en la empresa contratante y que en los informes de pericial caligráfica, las escrituras a cotejar deben ser homogéneas teniendo en cuenta las circunstancias modificadoras.

Por ejemplo, si se tiene que analizar una firma estampada en un cheque, el cuerpo de escritura debe realizarse en espacios limitados generados con tablas de Word; si se tiene que analizar una firma estampada por una persona con demencia senil o con secuelas de un ictus, deben localizarse escrituras coetáneas, porque contienen los mismos rasgos entre ellas y distan de las escrituras redactadas cuando el sujeto no estaba enfermo.

De ahí que la homogeneidad y la coetaneidad sean requisitos imprescindibles en un análisis documental.

Escribimos distinto porque somos personas sanas y vivimos en un entorno variable que no nos deja indiferentes; si la escritura es siempre igual -según todos los géneros gráficos-, o bien seríamos máquinas o bien podríamos tener una personalidad excesivamente hermética y rígida.