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En el post anterior me refería a unos particularismos gráficos en los grabados de la exposición de Brigitte Baer en el Museo Picasso de Barcelona.

La exposición se distribuía en dos salas: en la primera había grabados de la década de los 30 y en la segunda, de los 60.

Habitualmente, los peritos al analizar una firma dubitada, estudiamos la evolución escritural de la firma del artista.

Esta cronología permite corroborar, algunas veces, la datación de la obra.

Sin embargo, en esta sala me he dado cuenta de una realidad: que esta datación no es fiable, siempre.

Les refiero a continuación obras de la década de los 30. Se tratan de aguafuertes y pruebas de artista numeradas.

  • Escultura-Cabeza de Marie-Thérése. París, 18 de febrero de 1933
  • Bañistas en la playa III.
  • Mujer sentada en una butaca: Dora Maar. París 1 de mayo de 1939
  • Minotauro y mujer haciendo el amor. 18 de junio de 1933
  • Perfil de Maia Teresa, joven con máscara de minotauro y viejo barbudo con orejas de burro. 7 de marzo de 1934

Todas estas obras contenían esta reproducción de la firma:

 

Les refiero a continuación obras de la década de los 60. Se tratan de aguafuertes y pruebas de artista numeradas.

  • En escena: rey y pareja fálica. 16 de noviembre de 1966
  • A la luz de las candilejas: mujer desnuda entre dos hombres. 12 de noviembre de 1966
  • A la luz de las candilejas: mujer joven y dos falos barbudos. Noviembre de 1966

Todas estas obras contenían esta reproducción de la firma:

 

Como han podido observar la reproducción de la firma es exactamente la misma.

Al salir de la exposición volví a convencerme de que el perito no puede ir por libre y debe contar siempre con la colaboración de algún experto que pudiera explicar este anacronismo.