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Hace un mes me senté en un asiento de un tren de los FGC.

Y me encontré con esta joya.

OLA ME LLAMO PACO

Un grafiti simpático, pero un grafiti.

Si hubieran pillado al tal Paco, le hubiera caído una multa.

y ¿qué sabemos de este Paco?

Alguien que le gusta comunicarse, hacerse notar, un relaciones públicas, el simpático del grupo.

Paco cojea un poco de ortografía, falta esa H en la ola.

Paco escribe habitualmente poco.

Y este dato se desprende porque la distancia entre las palabras no es la adecuada y la forma es una mezcla entre el modelo caligráfico y el tipográfico.

 

Por el punto de arranque del grafiti, podemos calcular la longitud del brazo del individuo y a partir de ahí, deducir que el joven podría medir 1 metro 70 aproximadamente.

¿Y como llego a esta conclusión?

Analizando la forma, la cohesión y el tamaño-proporción de las letras.

La posición adecuada de la muñeca -con ligero apoyo del codo en el poyete de la ventana- para escribir la primera palabra, indica una distancia concreta de brazo.

A medida que avanza la escritura por la superficie, el brazo se desplaza con el movimiento flexor -es decir, el brazo se dobla y el codo se mueve hacia la derecha-.

Este movimiento provoca una mayor irregularidad en el grafismo y empequeñece  las letras.

 

Sigamos con Paco…

Paco es diestro: vean el punto de arranque de las letras.

El pulso del joven tiembla, pero nada de particular hay en este dato porque posiblemente cuando escribiera esta memorable frase, el tren estaría en marcha, aunque por los cegados en el trazo, no podemos descartar que nuestro amigo estuviera algo ebrio.

Sin embargo, su pulso es más firme cuando escribe su nombre.

Quizás porque en ese momento en tren no se movía tanto, o porque se siente seguro e identificado con su nombre.

 

Paco es mucho Paco y por eso nos saluda a todos.

 

Y Paco está encantado de conocerse!