«George Orwell, en su columna «As I Please» del Tribune del 16 de febrero de 1945, escribía:
«Es sabido que la Gestapo tiene equipo de criticos literarios cuya misión es determinar, por medio de análisis y comparaciones estilísticas, la paternidad de los panfletos anónimos.
Yo he pensado muchas veces que, aplicada a una buena causa, esta seria exactamente la clase detrabajo que a mí me gustaría hacer».
Estas palabras las recoge Bernard Crick en el prólogo de la ediciónde RBA Editores, Barcelona 1994, del libro «La rebelión en la Granja».
En este prólogo el investigador prueba la autenticidad de un prólogo localizado en 1971 y que pertenecería al afamado libro del Orwell.
Este es uno de los objetivos de la lingüística forense: la atribución de la autoría documental.