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Existe una analogía entre las formas de la naturaleza y la interpretación grafológica de la escritura.

La exposición permanente de Cosmo Caixa nos presenta las formas que emplea la naturaleza para sobrevivir. Y nos planteamos aquello ¿Qué es antes la función o la forma? ¿Cuáles son las formas más probables en la naturaleza? ¿Sirve para algo ser circular, espiral, hexagonal o fractal?

La onda es la mejor opción para moverse por el espacio: peces y reptiles se mueven siguiendo ondas trasversales laterales de su cuerpo, mamíferos acuáticos lo hacen siguiendo ondas trasversales verticales y muchos gusanos siguiendo ondas longitudinales. Y en la escritura, las líneas suaves, onduladas se interpretan como personalidades flexibles y adaptativas cualidades excelentes para encajar en un equipo de trabajo.

El ángulo penetra, defiende y ataca. Sabemos que cuanta más afilada es una punta o un filo, más presión ejerce una fuerza determinada en dicha punta y que en la naturaleza no hay mejor solución para comer y no ser comido que objetos puntiagudos, como los dientes, las garras, los cuernos, las espinas, las púas. Las escrituras angulosas nos alertan de una personalidad combativa, ya sea para bien, porque sabe defenderse o para mal, porque ataca.

La esfera. La selección natural favorece la simetría circular en los seres vivos (huevos, medusas, erizos, frutas, semillas) por dos razones:

a) por el hecho de ser una superficie mínima, la esfera es la frontera con el exterior que pierde más lentamente el calor,

b) por el hecho de no tener aristas, es la forma más difícil de agarrar o de morder.

En cualquiera de los dos casos: la esfera protege. De forma análoga con la escritura redondeada indica adaptación, pero también introversión, protección-defensa y aislamiento, en especial en adolescentes.

La catenaria aguanta. El paisaje urbano está lleno de catenarias, pero las más interesantes, son, sin duda, las catenarias invertidas que Gaudí empleó en muchos de sus arcos. La diferencia más notable entre la catedral gótica y del templo de la Sagrada Familia es que ésta se eleva a la misma altura sin necesidad de contrafuertes. Como en la escritura, esas líneas que descienden y vuelven a ascender, recuperando la horizontalidad, revelan personalidades resilientes.