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Los grafiti de la ciudad son ocasiones para aprender cómo interactúan los materiales a la hora de confeccionar una obra pictórica.

En otros post anteriores, hemos referido a la interacción de los materiales dependiendo del tipo de pinceles, la flexibilidad de una tela, el gramaje de un papel etc. y cómo esta interacción puede alterar el estado de conservación de una obra.

También hemos referido que el tipo de pasta pictórica y su calidad pueden marcar el éxito o el fracaso de un diseño o pintura.

Además sabemos que según la presencia y la cantidad del pigmento, una pasta pictórica puede ser más o menos densa, floja, diluida, líquida o pulverulenta.

Si la pasta pictórica es diluida, el empastamiento es menos firme aunque el desarrollo es más rápido; en cambio, si la pasta es  muy espesa, el desarrollo gráfico es más lento.

Veamos estas imágenes de estos graffiti.

             

En la primera imagen, podemos ver claramente que la pintura empleada estaba tan diluida que provocó estos chorretones.

En la segunda imagen, se observa que la pintura es más compacta, el movimiento es controlado y los bordes son limpios y definidos.

La tercera imagen corresponde al mismo grafiti anterior, sin embargo, en este caso la pintura color negro está más diluida y provoca hilos y bordes irregulares.

 

Estos ejemplos evidencian la importancia en la selección de materiales no sólo para elaborar una obra de arte, sino también para garantizar su conservación.